Charlar y entablar conversaciones forma parte esencial de nuestro día. La comunicación nos permite llevar a cabo nuestra vida cotidiana y poco podríamos vivir sin ella. Una conversación puede alegrar nuestro día e incluso mejorar nuestra memoria, según Harvard.
Los estudios elaborados por la prestigiosa Universidad de Harvard han especificado cuáles son aquellas estrategias que debemos llevar acabo para evitar el deterioro de la memoria que según las investigaciones realizadas pueden comenzar tan temprano como a los 45 años. Así es que puede volverse más difícil concentrarse y absorber información a medido que pasa el tiempo, al menos que nos ocupemos de que los efectos no sean tan agudos.
El paso del tiempo puede afectar a nuestra memoria: ¿cómo retrasar este efecto?
Con la vejez y el paso del tiempo se pueden producir cambios graduales en las habilidades asociadas al pensamiento y la memoria. Así el proceso de adquirir información puede volverse cada vez más lento, afectando a la memoria a corto plazo y reduciendo la cantidad de información que puede ser adquirida y codificada para ser enviada a la memoria a largo plazo.
Y aunque este deterioro quizás no pueda detenerse, es posible reducirlo e incluso atrasarlo a través de estrategias más que sencillas. No debemos ponernos a resolver ejercicios complejos ni tratar de memorizar tablas matemáticas para mejorar nuestra memoria, simplemente con realizar ciertos cambios en las maneras en que nos comunicamos podemos lograr grandes beneficios.
¿Cuáles son los ejercicios diarios que permiten retrasar la pérdida de memoria?
Así es que no debemos esperar mucho tiempo para poner en práctica estos ejercicios, en la próxima conversación ya podemos aplicarlos. Con este tipo de estrategias podemos liberar nuestro cerebro de distracciones y mejorar nuestra habildades de concentrarnos en nuestro día a día.
1. Cuando alguien esté hablándote, tratá de mirar a la persona y escucharla. Si te perdiste de algo que dijo, pedile que lo repita o que intente hablar un poco más despacio.
2. Parafraseá lo que dijo para asegurarte de que entendiste y a la vez reforzar la información en tu cerebro. Por ejemplo, si la persona dice, “Podemos ver la película en el Portal o en el Solar a las 7:50”, podrías responder “¿qué preferís vos, a las 7:50 en el Solar o en el Portal?”
3. Si te das cuenta de que te distraés durante las conversaciones, podés reunirte con las personas en ambientes más calmos y callados. Por ejemplo, podrías sugerir que alguna reunión sea en casa de alguien en vez de un restaurante más ruidoso. Si es que van a un restaurante podés sentarte en una mesa cerca de una pared, de esta manera si tu compañero se sienta con un fondo liso detrás, tendrás más posibilidades de enfocarte en él y no perder la atención en las demás personas.
4. Podés mejorar tu habilidad de enfocarte en una tarea si llevás a cabo una a la vez. Tratá de evitar interrupciones. Por ejemplo si alguien te pregunta algo en medio de lo que estás haciendo, sugerile esperar a que termines. No contestes tu teléfono hasta que hayas finalizado lo que estás haciendo, luego los llamás.